Algunas fotografías quedan para siempre en la historia visual de la humanidad. Es que, al fin y al cabo, ese es el fin máximo de los fotógrafos: crear pruebas fotográficas, evidencias para el porvenir. Uno de estos historiadores es Richard Drew. Seguramente su nombre no nos indique nada, pero una de sus fotografías se ha hecho más que popular: se trata de una imagen de un hombre cayendo al vacío, durante los atentados del 11 de Septiembre de 2001 en las Torres Gemelas.
“El hombre cayendo”, así es como se conoce a la fotografía de Drew, un veterano fotógrafo de Associated Press, fue tomada con una Nikon DCS620. En la mañana del 11 de Septiembre, pero hace 10 años, Drew salió del metro de New York para encontrarse con la escena de las dos torres humeantes. No tardó demasiado en darse cuenta que las personas en su interior se estaban lanzando al vacío, eligiendo ese destino a ser quemados vivos.
“Comencé a fotografiar a las personas a medida que iban cayendo”, cuenta calmado Drew en una entrevista con Yahoo. Drew fotografió a muchas personas ese día, pero la toma que quedó como emblemática fue la de Jonathan Briley, un ingeniero de sonido que trabajaba en uno de los restaurantes en el último piso de la torre norte. La toma es bella, si le quitamos la tragedia, si tenemos la capacidad de hacerlo. “Para mí, es una fotografía realmente tranquila. No hay violencia en ella”.
Aunque Drew prefiere no pensar demasiado en el atentado contra las Torres Gemelas, todos los días lo recuerda gracias a la publicación de su foto, utilizada de una a dos veces por día en medios alrededor del mundo. Drew tiene una perspectiva totalmente historicista al respecto de la fotografía, y piensa que la tarea de los fotógrafos es retratar historia, no imágenes.