lunes, 5 de abril de 2010


EL MAGO DE LA IMÁGEN

CLÁSICOS
George Eastman. Fotos al alcance de todos.
El Comercio
Domingo 12 de Julio del 2009

Un 12 de julio, nació el célebre George Eastman (1854-1932), quien revolucionó la fotografía, poniéndola al alcance de las masas, al inventar el rollo fotográfico que desplazó para siempre la complicada y poco portátil placa de vidrio. Fundó la Eastman Kodak Company y creó una industria hasta entonces inexistente. Indirectamente, fue también padre de la cinematografía, pues sus rollos de película fueron utilizados por los pioneros del séptimo arte. Thomas Alva Edison, Georges Melies y los hermanos Lumiere utilizaron materiales desarrollados por Eastman en sus pesquisas, plasmando en ellos las primeras imágenes que crearon la ilusión del movimiento y el asombro de los espectadores.

Para 1928, registró la marca Kodak. Escogió la letra K porque le parecía “fuerte e incisiva”. Eastman y su madre desarrollaron la marca bajo tres premisas bastante avanzadas para la época: “el nombre debía ser corto, tenía que ser claro para evitar su mala pronunciación y no debía parecerse a nada más ni asociarse a otra cosa”. Ese mismo año patentó una cámara que utilizaba su rollo. Al año siguiente, 1929, el carrete de papel le abre paso al mucho más versátil rollo de celuloide. Su invento le dio fama y fortuna, que supo compartir, entregando grandes sumas de dinero a causas benéficas y mecenazgos de arte. Fue un genio de personalidad compleja e inestable. “Mis amigos, mi trabajo está hecho, ¿por qué esperar?”, fue la nota que dejó cuando decidió suicidarse en 1932.

De haberla escrito hoy, su nota sería probablemente distinta y estaría referida a la desaparición del Kodachrome —película para diapositivas (slides)— producto estrella lanzado por su compañía tres años después de su muerte. Pero ahora ya no representaba ni el 1% de sus ventas y fue retirado del mercado ante el avance de la era digital. La película más venerada por los fotógrafos de la naturaleza: la del grano finísimo, la más nítida y de colores vívidos. No en vano por más de medio siglo la revista National Geographic la utilizó en sus reportajes y fue con ella que Abraham Zapruder filmó —en 8 milímetros— el asesinato de John F. Kennedy en Dallas.