Han pasado 4 años desde que el fotógrafo palestino Moamen Qreiqea, de 25 años, perdió sus piernas por culpa de un ataque aéreo israelí mientras tomaba fotos en la franja de Gaza. Ahora, cada día se levanta y sigue retratando ese conflicto con sus cámaras. Cumple con su misión de retratar la realidad en esa conflictiva zona.
Es padre de dos hijos y trabaja como fotoperiodista freelance para varios medios locales e internacionales. y para llegar a sus coberturas, requiere de la ayuda de varios de sus amigos que lo llevan en motocicleta a sus destinos. A pesar de la adversidad, sigue determinado a continuar con su carrera y a contar con imágenes un pedazo de la historia del pueblo Palestino.
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